miércoles, 18 de mayo de 2011

The princess of nothing

París, la ciudad del amor. Francia, el país de la infidelidad. Dónde todo el mundo se quiere a sí mismo y a los demás, incluyendo a la novia del vecino. País cuya tasa de infidelidad es tan alta como la tasa de obesidad en los ciudadanos americanos. <(Estudio comparativo no respaldado por la UHA, Universal Heart Association)>

Como en la obesidad, el principal origen de esto podría ser la alimentación de esta especie amorígenus atrofius. Si comparamos lo que desayuna un español (nada o un cortado en el bar de enfrente del trabajo) con lo que desayuna un francés (croissant beurre ou chocolatine avec un café crème), se entiende que tanta dulzura intravenosa ocasione anomalías neurolépticas que perturben el buen funcionamiento de la razón conjugada con la emoción.

Quizás mi adaptación a este medio no llegó a completarse por este punto de la cultura francesa. La controversia que me ocasionaba este funcionamiento social y mis principios más arraigados de la unión amor-fidelidad fue quizás mi handicap. Durante mi estancia en Francia y hasta mi desintoxicación en España sufrí lo que se conoce como Enamoramiento Agudo Vs Adaptación Infecciosa.

El primer brote fue causado por un patógeno de origen gabacho.
-Descripción: cariñoso oportunista, inseguro, maniático de sus manías y destruye objetos.
-Complicaciones: puede generar manías extrínsecas en el huésped, es decir, reproduce sus manías en el otro, tristeza, aburrimiento y depresión profunda.
-Tratamiento: aislamiento de contacto.

El segundo brote lo causo uno de esos organismos que no se consideran patógenos, incluso se puede pensar que son beneficiosos para la salud, pero que en uso excesivo sí que son dañinos. Sobre todo si lo sacamos de su medio habitual, desarrolla un mecanismo de defensa muy sigiloso y que se detecta de forma tardía. Los síntomas más frecuentes son desacuerdos, discusiones y amargura.

Todavía sigo la convalecencia tras este duro proceso en el que comencé siendo tratada como una Reina y acabé siendo La Princesse de Rien....nooooooo, rien de rien....noooo, je ne regrette rien. Gracias mi querida Edith Piaf.

Dicen que "el alma sufre mucho cuando la obligamos a vivir superficialmente". No sé que querrá decir exactamente, pero me quedo con que hay que sacar lo bueno de las cosas y decidir que cosas son las que queremos que sigan en nuestra filosofía de vida.

martes, 26 de octubre de 2010

Carta a mi hermana mayor

Querida hermana mayor,
como es obvio, eres más lista que yo, puesto que me sacas unos cuantos años. Y por lo tanto, sabes más que yo lo chunga que es la vida y las decepciones que nos llevamos si no estamos atentos a quién le abrimos nuestro corazón.
Te escribo solo para decirte algo que ya sabes, que son las personas que más queremos las que más daño nos pueden hacer, porque son las que más nos conocen y las que prestan menos atención cuando de explicarse se trata. Así que como ya sé que últimamente has estado decepcionada por una de esas malas pécoras de tu familia, solo quería pedirte perdón de su parte.
Aunque se que ya no va a ser como antes, yo me lo planteo de otra forma. Cuando ha habido un problema y este se llega a solucionar, puede que lo que venga no sea como antes, sino mejor. Y eso espero, porque si no este nudo que tengo en la garganta al escribir estas líneas y que me sale como agua por los ojos no me va a dejar vivir tranquila.
Cojan ese avión que va a ayudarles a evadirse de todos los problemas, visiten todos los lugares que puedan y saquen fotos que les recuerden luego lo bien que lo pasaron juntos en ese viaje y en la vida.
Mil besos y abrazos,

Hermana pequeña

P.D.= escribe pronto

jueves, 12 de agosto de 2010

Tú decides

Puede que me haya equivocado, que todo sea un error desde el principio. Cuando decidí venir aquí para alejarme de mis miedos, mis angustias, para huir de mi vida. O que, como me dijo la "barbi" cuarentona del curso de francés (con libros en francés incluidos...guauuuu!!!): "esto seguro que te cambia la vida". Nada te cambia la vida, puede que cambie el rumbo de tu vida, pero la vida sigue siendo vida.

Estando aquí he aprendido cosas que también podría haber aprendido antes de venir. Por ejemplo, que los bienes materiales son un compromiso, contigo y con tus cuentas bancarias. Los veinte-añeros no deberían plantearse si es el momento de comprarse una casa o no, por muchas ayudas que haya. Para qué fastidiar el segundo mejor momento de la vida. El primero es la infancia. Esa increíble época en la que las preocupaciones son tan banales que a los dos segundos las olvidas. Sin embargo, la adolescencia debería durar solo uno o dos meses.

Como decía la veintena es un período para echar las alas al viento. O lo que es lo mismo, emanciparse, que no es sinónimo de olvidar tus raíces, sino al contrario, empezar a echar las tuyas. Y lo más importante de la emancipación es que tú decides con quién quieres vivir. Nota mental: a evitar parejas formadas o por formar y gente que conoces de dos días. De todas formas, de que sirve un bien material si cuando a la madre Naturaleza le apetece se pone a llorar como una loca, creando inundaciones con sus lágrimas, o a echar humo por todas partes de la cólera que nosotros mismos le causamos todos los veranos.

En fin, que ahora que estoy en Francia me doy cuenta de que hay que vivir y no amargarse con la vida que llevamos, sino buscar otro camino. Porque de un día para otro las cosas desaparecen y aparecen a su antojo, y las cosas, cosas son. Pero las personas tienen un poder más importante que todo materialismo. À toi de décider son importance dans ta vie.

Dormir acompañada parecía un buen camino para hacer mi estancia más llevadera. Pero él no quiso aceptar que mi vida la dirigía yo y solo yo. Así que después de la larga desintoxicación vuelvo a emanciparme, pero ahora de los sentimientos perjudiciales para mi propia salud.

Lo más importante era vivir mi propia vida y no la de los demás. Preocuparse por los seres queridos no quiere decir asumir los problemas de todo el mundo, muchas veces es mejor solo estar ahí para escucharlos. A esto le llamo yo intervención pasiva, ayudas, pero no en el papel de 'prota'.

C'est tout pour le moment.

domingo, 18 de abril de 2010

Piratas de la VIDA

Hoy he visto, con mis nuevos compatriotas, la película "The Lovely Bones" en la "plei-esteission" de Jaencito y su tele, que una vez fue también la mía...esto lo contaré para otro día. Y este largometraje ha creado una serie de conexiones en mi cabeza para que hoy escriba sobre los Piratas. Esos personajes de la ficción o de la vida real que se dedican al saqueo, desde los que robamos música (o la tomamos prestada) hasta los que roban sueños, ilusiones, vidas y no los devuelven.

Todos sabemos que hay Piratas buenos y malos, guays y aburridos, legales e ilegales, guapos y feos, mentirosos y persuasivos (porque nunca serán sinceros)... Por ejemplo Jack Sparrow es de los buenos, guays, guapos, persuasivos e ilegales. Y, en cambio, el pirata de Peter Pan, el capitán Hook es de los malos, aburridos, feos, mentirosos e ilegales. Los únicos piratas legales somos los del series yonkies y todas esas puertas gratuitas al mundo multimedia. Aunque muy gratis no terminan siendo, entre el ordenador, el abono a adsl y los altavoces o discos duros extraíbles para disfrutar de una mejor calidad; todo acaba siendo una inversión.

Sigue nadando y escucha el ruido de las olas sobre la orilla, ellas también son piratas porque des-estructuran la materia contra la que ellas mismas se deshacen.

Sigue siendo un pirata, pero legal.

Para todos mis isleños.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Conduce tu vida

Conducir, guiar o dirigir hacia un lugar. Conducir un coche es una habilidad que se adquiere con la experiencia. Nadie puede decir que no le temblaron las piernas el día del examen práctico, seguro que ni Fernando Alonso puede negarlo.

Los rituales para conducir son muchos, cada uno aprende a conducir a su manera. Primero hay que acordarse de dónde aparcaste el coche, ya cuando estás al borde del pánico total, y piensas que te lo han robado, te acuerdas de que, anoche, cuando llegaste a las tantas, no había sitio al lado de tu casa, así que tuviste que dejarlo tres calles más lejos; en mi caso es porque el niñato de turno tiene la habilidad de coger siempre dos plazas para su nuevo toyota. Yo soy de esas que nada más entrar al coche pone el seguro, aunque este se vaya a activar automáticamente desde que circule, nunca se sabe... Poner la llave en el contacto, girarla la mitad, esperar a que las lucecitas del panel central se apaguen, girarla completamente y muy poquito tiempo; y, por supuesto, no encender las luces hasta que el motor no esté en marcha, la batería te lo agradecerá. Todo lo que viene después es mucho más complicado, pero como decía, con el tiempo se aprende. Aparcar y des aparcar puede ser lo más difícil, y eso que son pequeñas maniobras, pero siempre hay algún coche detrás que te tele-transporta sus ansias por seguir su camino, así que te pones más nervioso y torpe por consecuencia. No los maldigas, porque tú también eres uno de los estresantes.

El juego de pies entre el embrague, freno y acelerador no lo voy a explicar porque yo soy de esas que tiene un chicle pegado en el "pies derecho", como decía mi profe; lo que, de vez en cuando, hace un ruido muy feo del motor cuando intento cambiar de marcha a la misma vez que acelerar...bueno, no todos nacemos con habilidades para la conducción.

No hay que olvidar mirar los retrovisores en incorporaciones, adelantos, siempre que frenes, para ver que hace el del coche de atrás...¡ah! no, eso no hay que hacerlo, ni tampoco poner morritos en el de dentro. Y estos vistazos que echamos hacia atrás deben ser muy breves y solo en los momentos necesarios, porque nunca hay que dejar de mirar hacia delante. Algo así como la vida, no te pares mucho a mirar lo que ha quedado atrás, porque, si no, pierdes de vista lo que tienes delante.

Esto no es una campaña de buena conducción vial.

viernes, 19 de febrero de 2010

Joyce Jonathan

Sur l’oreiller une larme
Dans mon souvenir un drame
Tout ce qu’il m’a laissé
Un pas que l’on croit entendre
Une voix que l’on veut surprendre
Tu sais c’est du, du passé

J’m'en fous
J’ai pas besoin de toi
Pas besoin de tes bras
Ton image reflète ce que j’aime pas
Bien plus beaux sont les jours,
Bien plus beaux sont les tours
Que ceux que tu m’as joué dans cet amour
Cours cours loin
Le chemin est long
Avant qu’une autre te prenne la main

Ensorcelée ces soirs,
Je continue à y croire
A lui, à nous
Un bout de tissus parfumé
Le temps ne l’a pas enlevé
De ça, de moi, de tout

-Joyce Jonathan, je pense comme toi en ce moment

jueves, 18 de febrero de 2010

El mundo está peleado conmigo o soy yo la que lo está contra él

Como dice Geisha, cuando pasas una mala racha la pasas en muchos aspectos de tu vida (por no decir todos). No solo bastaba con estar jodida porque lo dejé con mi pareja, quiero decir ex-pareja. Después de tantos intentos de seguir manteniéndo algo que desde el principio no funcionó, por el simple hecho de que él es francés y yo solo soy una simple afrancesada. En el trabajo tampoco me va de maravillas. Llevo un año pidiéndo una formación en un aspecto que me resulta bastante interesante de mi profesión, algo que me ayudaría a perfeccionar mis capacidades debido a un privilegio que no siempre es fácil de lograr, el aprendizaje. Y después de dos meses de hacer esta petición formal, con escrito y todo, hay largas de por medio. A esto se añade que el grupo de españoles que me hizo replantearme mi huída de este país se deshace después de un año repleto de experiencias para ellos. Experiencias que yo no viví porque decidí vivir las mías propias con mi entonces pareja, pero que aunque no haya estado allí siempre con ellos, sé que los voy a echar de menos. Incomprensión maternal que continúa después de cinco meses y que no mejora, al contrario su estado es más crítico que nunca. Y ahora encima, tengo novedades de dos personas que hubiéra preferido no conocer o, al menos, no haber compartido nada con ellos. Y posiblemente les vaya mejor que a mí; aunque en estos momentos a cualquiera le puede ir mejor que a mí.

Nuevos pensamientos, nuevos sentimientos, nuevas experiencias...es el consejo de mi hermana. Así que lo voy a tener en cuenta y no voy a pensar mal, ni hacia la gente que no quiero volver a ver, ni hacia nada que me haga tropezar. Me volveré a levantar y a mirar hacia delante. Solo miraré hacia atrás cuando me haya olvidado de porqué decidí seguir mi propio camino.

Dejar de estar enfadada con el mundo y reconciliarme, sobre todo, conmigo misma.

Con respecto al trabajo, voy a dejar que pase el tiempo, y si no veo mejoras en las condiciones, buscaré otro trabajo, mi profesión no es conocida por su falta de oferta de empleo.

Siempre se pueden hacer nuevos amigos, todo depende de uno mismo. Los que no son amigos no me tienen que importar, como dice el refrán: corazón que no ve, corazón que no siente; así que a vendarse los ojos cuando haga falta.

Mamá siempre será mamá, y puesto que fué ella la que decidió traerme a este mundo, también debe poner de su parte en nuestra comunicación.

Y, en cuanto al ex-novio, sí, esta vez es definitiva...o eso espero. Aquí mis requisitos para el avenir: confianza en sí mismo y en la persona que se tiene al lado, respeto mutuo en todos los aspectos, buscar la realización personal y no que los demás te realicen y, por supuesto, ni obesos ni obsesos. Hay cosas que no nombro, ya que pertenecen a la lista de pre-requisitos y es obvio que la persona con la que decides compartir tu vida debe tenerlas, estas me las reservo porque todos los que hayan tenido una relación frustrada ya deben conocer esta lista de pre-requisitos. Y el respeto también está en ella.